Los seres humanos tenemos una maravillosa cualidad que es la capacidad de imaginar, volar sin volar hasta donde nuestra imaginación nos diga que es posible. En nuestros sueños podemos transformarnos y ser lo que queramos ser… somos dueños del mundo si así lo imaginamos.
Cuando imaginamos podemos conectar con un mundo muy amplio a nivel sensorial; ver, oler, saborear, oír y tocar en nuestra imaginación, tan profundo llega a ser nuestro viaje imaginativo que podemos modificar nuestra fisiología; es decir, vivenciamos la experiencia como algo absolutamente real, sintiendo cambios a niveles corporales, emocionales y mentales, pudiendo suceder todo esto en el tiempo presente, pasado y futuro. Entonces podríamos deducir que con nuestra imaginación afectamos la realidad de manera positiva o también negativamente ¡SI, ASÍ ES!, lo que imaginamos se construye de dialogo, palabras e ideas que armamos en nuestra mente, construyendo así una nueva realidad.
¿Quieres confirmar lo que te he dicho?
Cierra tus ojos e imagina que frente a ti hay un limón, ahora tomas un cuchillo y lo partes por la mitad, visualiza que está muy jugoso, agrégale un poco de sal.. y finalmente dale una mascada… (¡Ojo! Si no se te hizo agua la boca no eres de este planeta). ¿Te das cuenta cómo has hecho que con tu imaginación se produzca una reacción física como es salivar?.
¿Usas la imaginación a tu favor o en tu contra?
Un ejemplo de la imaginación usada a favor aparece en la película “La vida es bella” (suspiros); sí, esa película conquistó al mundo entero y mostró que la imaginación es una herramienta poderosa que, siendo usada a nuestro favor, nos puede salvar la vida.
Por otro lado, podrás recordar también escenas de películas o de tu vida real en que imaginaste con “lujo de detalles” un mal resultado, seguramente se te vienen los recuerdos a la cabeza quizás con más velocidad que si tuvieras que recordar lo contrario. Una típica situación es cuando alguien te dice «tenemos que hablar”, ahí comienza a volar tu imaginación; disparándose suposiciones, miradas, palabras y todo un mundo de posibles situaciones, donde te ves respondiendo, argumentando, sintiéndote mal, asustada/o, triste, enojada/o, etc.
En PNL hablamos de “Submodalidades”, refiriéndonos a las imágenes mentales, sonidos y sensaciones; que tienen a su vez ciertas cualidades (siempre digo que es como tener un ecualizador de imágenes mentales). Las submodalidades pueden ser visuales, auditivas o kinestésicas, y en estas últimas se encuentra también el gusto y el olfato.
- Algunas de las cualidades de las imágenes visuales son: color, ubicación, enfoque, tamaño, brillo, distancia, etc.
- Algunas de las cualidades de las imágenes auditivas son: volumen, velocidad, timbre, tono, etc.
- Algunas de las cualidades de las imágenes kinestésicas son: presión, textura, temperatura, sabor, olor, etc.
¿Quieres activar tu imaginación?
- Busca un lugar tranquilo.
- Respira, inhala y exhala profundo 3 veces.
- Piensa en tu lugar preferido para descansar.
- Ahora comienza observando detalladamente: ¿tiene color?, ¿de qué tamaño es?, ¿dónde está ubicado?, ¿tiene movimiento?, ¿a qué distancia está?.
- Observa si en el lugar en que piensas ¿hay sonidos?, ¿tiene volumen? ,¿velocidad?.
- Continúa poniendo atención en lo que ves y observa: ¿tiene textura?,¿temperatura?, ¿forma?, ¿sabor?, ¿olor?.
Ahora que ya tienes todos los detalles de esta imagen, comienza a modificar a tu antojo algunas de sus cualidades: cambia su color, su tamaño, su sabor, su forma, etc… ¿Cómo te sientes al modificar la imagen?
¿Comprendes como lo puedes usar a tu favor?
Erika Sanhueza. Coach Sistémico de Equipos. Magíster en Programación Neurolingüística. Más de 15 años dedicada a la formación y capacitación de personas. Con experiencia en modelos de aprendizaje presencial y a distancia. Actualmente realizando tutorías Coaching a jóvenes universitarios.